El hijo del cofundador del Foro Económico Mundial pide la detención de los promotores de la vacuna contra el COVID por «democidio

«El Foro Económico Mundial, la OMS, GAVI, las grandes farmacéuticas, las grandes tecnológicas, Bill Gates, todos abogaron por una inyección global de la humanidad mediante un arma biológica, inyectando nanolípidos en 5.700 millones de personas… Ya no podemos tolerar que ninguna entidad promueva la inyección de veneno en la humanidad».

Pascal Najadi, hijo del cofundador del Foro Económico Mundial, Hussain Najadi, pidió el arresto de los responsables de las «vacunas» forzadas contra el COVID-19 de 5.700 millones de personas en todo el mundo, diciendo que las inyecciones son un arma biológica que conduce al «democidio».

«Democidio» es un término acuñado hace unas décadas que se refiere al asesinato en masa y el exterminio de poblaciones civiles por parte del gobierno, ya sea a través de la acción directa o la indiferencia.

«Todo lo malo en el mundo relacionado con el democidio, desafortunadamente, proviene de Ginebra», dijo Najadi al enumerar las organizaciones globales con sede en Ginebra que desempeñaron un papel importante en la obligatoriedad de la vacuna contra el COVID, que ha demostrado ser mortal para aproximadamente 50 millones de almas en todo el mundo y médicamente debilitante para decenas de millones más.

Entre las organizaciones con sede en Ginebra se encuentran el Foro Económico Mundial (FEM), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Alianza Mundial para la Inmunización Vacunal (GAVI).

«El Foro Económico Mundial, del que mi padre fue cofundador y dejó a Klaus Schwab por disgusto a principios de la década de 1980, tiene inmunidad diplomática» del gobierno suizo, señaló Najadi.

«Yo, como ciudadano suizo, aquí mismo, declaro que el Foro Económico Mundial ya no es elegible para la inmunidad diplomática», dijo Najadi. «Pido a las autoridades y a los servicios de seguridad suizos que detengan a esas personas de inmediato. ¿Por qué?

El Foro Económico Mundial, la OMS, GAVI, las grandes farmacéuticas, las grandes tecnológicas, Bill Gates, todos abogaron por una inyección global de la humanidad mediante un arma biológica, inyectando nanolípidos en 5.700 millones de personas.

¿Y nosotros, los suizos, los acogemos? Ya no podemos tolerar que ninguna entidad promueva la inyección de veneno en la humanidad.

«Soy una víctima. Me estoy muriendo a causa de eso, y mi madre también», dijo Najadi, quien ha descrito anteriormente que sufrió graves daños corporales cuando los médicos suizos le inyectaron «veneno».

Najadi dijo que, como resultado de la vacuna de Pfizer, ahora sufre de una enfermedad autoinmune terminal. Los médicos le han dicho que su esperanza de vida se reducirá hasta en 25 años.

«Es ‘democidio'», recalcó.

«Será corregido en nombre de la humanidad», predijo.

«La curva de las víctimas está subiendo, empinada», dijo Najadi durante una entrevista en junio. «Los casos de cáncer en Europa se están disparando. Los niños están cayendo muertos. Esto es imperdonable».

«Este genocidio está impulsado por la OMS. Estamos hablando de más de 50 millones de personas en todo el mundo asesinadas por esas inyecciones», continuó Najadi. «Este es un genocidio de dimensiones bíblicas».

«Fauci, los CDC, la OMS, Pfizer y los funcionarios del gobierno y los medios de comunicación que estuvieron en esto, en mi opinión personal, se enfrentarán a Dios muy pronto y tendrán que responder preguntas difíciles», reflexionó.

Najadi se refirió a las grandes corporaciones farmacéuticas como «gángsters», y agregó que una larga lista de líderes políticos y de la industria médica y burócratas no electos «pertenecen a las rejas».

En marzo, Najadi presentó una demanda civil en la Corte Suprema del Estado de Nueva York en Manhattan contra Pfizer, Inc., que espera que detenga la fabricación e implementación de la inyección de ARNm de COVID y los efectos adversos que la acompañan.

A finales del año pasado, Najadi presentó cargos penales contra el presidente suizo Alain Berset por abuso de poder público en relación con su papel en la campaña de su gobierno para inyectar a los ciudadanos una droga experimental sin consentimiento informado.

Fuente LifeSites