El presidente estadounidense anunció una incursión «exitosa» en Fordow, Natanz e Isfahán.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo un ataque a gran escala contra tres instalaciones nucleares iraníes, lo que marca una importante escalada en el conflicto en curso entre Teherán e Israel.

El anuncio, realizado en la madrugada del domingo a través de la plataforma Truth Social de Trump, afirmó que Estados Unidos había atacado Fordow, Natanz e Isfahán, sitios clave en la infraestructura nuclear de Irán.

“Hemos completado nuestro exitoso ataque contra las tres instalaciones nucleares de Irán, incluyendo Fordow, Natanz e Isfahán”, escribió Trump. “Todos los aviones se encuentran ahora fuera del espacio aéreo iraní. Se lanzó una carga completa de bombas sobre la instalación principal, Fordow. Todos los aviones están de regreso a casa sin contratiempos”.

Según funcionarios estadounidenses, se utilizaron bombarderos furtivos B-2 para lanzar bombas antibúnkeres, mientras que submarinos estadounidenses lanzaron docenas de misiles de crucero Tomahawk.

Trump elogió la misión, calificándola de demostración de la superioridad militar estadounidense. «Felicitaciones a nuestros grandes guerreros estadounidenses», dijo. «No hay otro ejército en el mundo que pudiera haber hecho esto».

En el mismo mensaje, el presidente pareció pedir moderación a Teherán y afirmó que ahora era «tiempo para la paz».

El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Seyed Abbas Araghchi, condenó el ataque como una violación del derecho internacional y de todos los tratados pertinentes, afirmando que “Irán se reserva todas las opciones para defender su soberanía, sus intereses y su pueblo”.

El ejército iraní había advertido previamente a Washington y a otras potencias externas que no intervinieran en el conflicto, amenazando con atacar activos hostiles y envíos de armas destinados a Israel.

Un portavoz del movimiento Houthi de Yemen también advirtió que cualquier participación directa de Estados Unidos daría como resultado que los buques de guerra estadounidenses en el Mar Rojo se convirtieran en objetivos.

Israel lanzó su campaña militar, denominada Operación León Ascendente, el 13 de junio, describiéndola como un esfuerzo preventivo para impedir que Irán adquiera armas nucleares. Teherán, que sostiene que su programa nuclear es completamente pacífico, calificó los ataques israelíes de acto de guerra y respondió con sus propios ataques con misiles y drones.


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