El corazón del liderazgo: fuerza, humildad y el poder de la perspectiva

Melissa Sierra es la vicepresidenta ejecutiva de Integración de Medios en USIM, donde ha pasado más de 12 años impulsando la transformación corporativa.
El liderazgo no se trata de títulos, poder o prestigio, se trata de estar ahí cuando más importa.
El liderazgo es simple cuando todo va bien, cuando el camino por delante es obvio y cuando la energía es alta. Pero el liderazgo se pone a prueba en esos momentos en los que nadie más quiere liderar, cuando la tarea parece imposible, cuando la duda se arrastra y cuando tu gente está al borde del agotamiento.
Los grandes líderes no esperan a que aparezcan las soluciones, sino que se precipitan hacia el obstáculo. Lideran con vulnerabilidad, tenacidad y un firme compromiso con el crecimiento de los demás. El liderazgo no se trata solo de tomar decisiones; Se trata de estar presente, animar a los demás y abrazar el proceso con gratitud.
Corriendo hacia el problema
El verdadero liderazgo no tiene nada que ver con evitar los desafíos, tiene que ver con correr hacia ellos. En tiempos de crisis, la presencia y la firmeza de un líder marcan la pauta en la que un equipo se encontrará con la adversidad.
Una forma de desarrollar esta mentalidad es evaluar continuamente los posibles obstáculos antes de que surjan. La auditoría periódica de los puntos débiles le permite identificar patrones que se pueden abordar de forma proactiva. Los líderes deben fomentar conversaciones transparentes sobre los desafíos y crear un entorno en el que los empleados se sientan seguros al plantear problemas sin temor a ser juzgados.
El poder de la humildad
No tienes que saberlo todo para ser un líder, todo lo contrario. Saber lo que está más allá de tu capacidad de control puede ser una de las mayores cualidades de un líder extraordinario. Este conocimiento de tus límites infunde confianza y colaboración, permitiendo que los demás tengan espacio para contribuir con sus propias habilidades. Empoderar a los líderes permite que otros lideren a través de la vulnerabilidad y la autenticidad, estableciendo así la confianza.
He descubierto que la forma más exitosa de practicar la humildad es fomentando una cultura de aprendizaje. Anime a su equipo a desafiar las suposiciones, buscar información externa y crear un hábito de intercambio de conocimientos. Esto permite que una organización siga siendo ágil y con visión de futuro. Los líderes que abrazan la humildad empoderan a otros para liderar a través de la vulnerabilidad y la autenticidad.
Promover el cambio para el crecimiento colectivo
El cambio nunca es fácil, pero debe suceder. En los negocios, el desarrollo de equipos o el crecimiento personal, el liderazgo consiste en tener un espíritu de mejora continua y adoptar una mentalidad de crecimiento. Un líder no solo promueve el avance; Se aseguran de que su empresa, sus compañeros y su personal tengan oportunidades para crecer en todos los niveles de manera que contribuyan al éxito a largo plazo.
Saber cuándo impulsar el cambio en lugar de mantener el rumbo es crucial. A lo largo de mi carrera, he descubierto que la mejor manera de discernir esto es mediante el desarrollo de un sistema de triaje para evaluar las áreas críticas que necesitan atención inmediata en comparación con las que simplemente son «agradables de tener». ¿Qué cambios impulsarán el crecimiento a largo plazo y evitarán la competencia? Un cuadro de mando de evaluación basado en criterios como el impacto en los ingresos, la satisfacción del cliente y la eficiencia operativa puede ayudar a los líderes a priorizar su enfoque y abogar por el cambio necesario con confianza. Este proceso puede ayudar a los líderes a realizar la configuración fundamental que necesitan para preparar el escenario para la alta dirección y las partes interesadas clave de las que necesitarán la aceptación.
Aprendiendo de la próxima generación
El liderazgo se trata de aprender tanto como de liderar. Algunas de las mejores lecciones provienen de personas más jóvenes y con más experiencia en sus carreras. Sus nuevas perspectivas y su voluntad de aprender recuerdan a los profesionales experimentados los obstáculos que una vez atravesaron y la persistencia que requirió encontrar su voz. A través de la mentoría de jóvenes profesionales y, al hacerlo, aprendiendo de ellos, los líderes son humildes, adaptables y están continuamente inspirados.
Los líderes experimentados a menudo despliegan un enfoque de coaching unidireccional. Sin embargo, los líderes deben buscar activamente la tutoría a la inversa. Programe reuniones periódicas con los miembros del equipo para analizar las tendencias de la industria, los cambios tecnológicos y las nuevas estrategias.
Liderando a través del agotamiento
Hay días en los que a los equipos les falta motivación y la línea de meta se siente a una eternidad de distancia. Ese es el día en que el liderazgo es más importante. Un buen líder no es el que establece la visión; Están en las trincheras, junto a su equipo, sacándolos a la luz. El liderazgo es el poder de permanencia, el coraje de avanzar, no por ti mismo, sino por los demás que cuentan contigo.
Para evitar el agotamiento en estas situaciones, los líderes deben auditar sus calendarios con frecuencia y con un propósito. Pregúntate: ¿Qué es lo que realmente hay que hacer hoy? ¿Dónde se pueden impulsar las reuniones y cuáles no son esenciales? Más importante aún, los líderes no deben tener miedo de rechazar compromisos que ya no sirven a su enfoque. Crear un espacio para el trabajo profundo y el pensamiento estratégico es tan importante como estar presente para tu equipo. Esta es una habilidad que también enseño continuamente a mi equipo para que controlen de manera proactiva su día, semanas y meses antes de que el tiempo los controle. Creo que gestionar el caos es la mitad de la batalla.
Otra herramienta esencial es reconocer las primeras señales de alerta de agotamiento dentro de su equipo. Los líderes deben establecer controles regulares, no solo para actualizar el progreso, sino también para evaluar el bienestar general.
Encontrando la belleza del viaje
El liderazgo y el crecimiento profesional rara vez son sencillos. El camino a menudo está lleno de desafíos, pasos en falso e incertidumbre. Pero con la perspectiva correcta, se convierte en un viaje que vale la pena emprender.
La gratitud juega un papel crucial en este proceso, sirviendo como un recordatorio de lo lejos que has llegado. Cada lección aprendida, cada problema resuelto y cada éxito, grande o pequeño, contribuye al líder que eres hoy. Y ese crecimiento es algo que hay que agradecer.
Para cultivar esta mentalidad, haz de la reflexión un hábito. Revisa regularmente los éxitos pasados y las lecciones aprendidas. Llevar un diario de liderazgo puede ayudarte a hacer un seguimiento de los momentos clave, las decisiones y el crecimiento personal.
El liderazgo no es solo un título, es una vocación. Se trata de estar presente, aceptar los desafíos y hacer el trabajo duro que inspira a otros a seguir.
Fuente Forbes
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