La actividad económica mundial se "desacelera"

La inflación podría pesar sobre el crecimiento durante mucho tiempo, lo que requeriría aún más un endurecimiento de la política monetaria, advierte el jefe de la agencia.

La actividad económica mundial se está desacelerando, sobre todo en el sector manufacturero, dijo el martes la jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en una reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20.

Señaló que la economía mundial «ha mostrado cierta resistencia» a pesar de «los sucesivos choques en los últimos años y el rápido aumento de las tasas de interés«. Su crecimiento está respaldado por los fuertes mercados laborales y la alta demanda de servicios, pero sigue siendo «anémico según los estándares históricos«.

«La actividad se está desacelerando, especialmente en el sector manufacturero. De cara al futuro, las perspectivas de crecimiento a mediano plazo siguen siendo débiles«, afirmó Georgieva, prediciendo que las economías avanzadas probablemente experimentarían una desaceleración especialmente pronunciada, del 2,7% en 2022 al 1,3% a finales de 2023.

Georgieva también señaló que la inflación, aunque muestra signos de desaceleración, sigue siendo un impedimento para el crecimiento económico.

«En cuanto a la inflación, hay algunas noticias alentadoras: la tendencia finalmente es a la baja. Pero la inflación general sigue siendo demasiado alta y la inflación subyacente sigue siendo pegajosa a pesar del importante endurecimiento de la política monetaria«, afirmó, señalando que «la inflación podría permanecer más alta por más tiempo» y requeriría nuevas alzas de las tasas de interés, mientras que «la fragmentación podría pesar aún más sobre el crecimiento«.

Georgieva instó a los líderes del G20 a «mover la economía global hacia un camino más vibrante a mediano plazo«, lo que requeriría medidas de política nacionales e internacionales centradas en reducir la inflación y administrar las finanzas de manera responsable. Señaló que estos esfuerzos pueden variar de un país a otro, y podrían requerir una acción colectiva, ya que las diferencias en las condiciones económicas de las naciones son una preocupación persistente para el FMI.

«A algunos sectores de la economía mundial les está yendo bien; otros se están debilitando pero siguen creciendo; y los países vulnerables se están quedando cada vez más atrás… Para proteger a los países más vulnerables y a sus pueblos, necesitamos fortalecer la red de seguridad financiera mundial«, dijo.

«Si bien las economías de mercados emergentes avanzadas y fuertes tienen un colchón de más de $10 billones en reservas internacionales, el resto del mundo depende de recursos mancomunados de instituciones internacionales como el FMI».