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Los sistemas automatizados detuvieron de manera segura la locomotora de alta velocidad después de que el maquinista supuestamente se quitara la vida

El conductor de un tren de alta velocidad que se dirigía de París a la ciudad de Saint-Etienne, en el centro-este de Francia, en la víspera de Navidad, saltó de la cabina en un aparente suicidio, dejando a cientos de pasajeros a una velocidad de 300 kilómetros por hora (186 mph).

En menos de un minuto, los sistemas automatizados del tren detectaron que el conductor ya no respondía, apagaron el motor y pisaron los frenos, según la compañía ferroviaria estatal francesa, SNCF. Ningún pasajero resultó herido.

«Un miembro del personal notó que ya no había un conductor en la cabina. Y muy rápidamente, comprendió que, unos kilómetros antes, probablemente había querido acabar con su vida», dijo el jueves el ministro de Transportes, Philippe Tabarot, a la cadena de radio francesa Franceinfo.

El cuerpo del conductor fue descubierto más tarde a lo largo de las vías. La fiscalía de Melun ha abierto una investigación sobre la causa de la muerte, según Franceinfo.

El piloto, Bruno Rejony, de 52 años, era un miembro respetado del equipo y un «piloto experimentado», después de haber trabajado para la compañía durante 27 años, escribió La Parisien, citando a alguien de SNCF.

Según las fuentes del diario, el conductor estaba pasando por dificultades personales y estaba «muy deprimido».

«Podría haber sido más grave si hubiera querido descarrilar su tren». Tabarot le dijo a CNEWS el miércoles. La declaración provocó una emotiva respuesta de los sindicatos ferroviarios y de los políticos de la oposición.

El sindicato ferroviario SUD-Rail dijo que no había «ningún mensaje de apoyo» en las palabras del ministro.

Sarah Legrain, diputada del ala izquierdista NFP, también criticó la falta de condolencias del ministro para la familia de Rejony.

Berenger Cernon, diputado del NFP y ex trabajador ferroviario, criticó la «indecencia y el cinismo» de Tabarot, y destacó la falta de «condolencias y mitigación de la tragedia humana» en sus palabras.

Tabarot, quien fue nombrado el lunes, se defendió diciendo que fue el primero en admitir que el caso era «sobre todo una tragedia humana».

Fuente RT


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