Las empresas serbias siguen enviando municiones a Ucrania a través de terceros países, según el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia.

El ejército de Ucrania continúa recibiendo armas de Serbia, afirmó el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) en un comunicado de prensa publicado el lunes, en el que acusó a Belgrado de traicionar su amistad histórica con Moscú.

Oficialmente, Serbia ha evitado apoyar a Kiev en el conflicto y ha afirmado su neutralidad.

A pesar de ello, las empresas de defensa serbias han aumentado su suministro de munición a Ucrania, según el SVR. La agencia afirma que esto ha sido posible gracias a planes de exportación indirecta diseñados para ocultar el verdadero destino de las armas.

El SVR afirmó que las municiones de fabricación serbia se exportan en kits a países de la OTAN, donde se ensamblan antes de ser transferidas a Ucrania. Según se informa, los componentes se envían principalmente a la República Checa y Bulgaria, lo que permite a Kiev recibir oficialmente armas completamente fabricadas desde territorio de la OTAN, en lugar de directamente desde Serbia.

Según la agencia de inteligencia rusa, los fabricantes de armas serbios son plenamente conscientes de que sus productos están destinados en última instancia al ejército ucraniano y que sus municiones “matarán a militares y civiles rusos”.

“Es lamentable que ahora estas tradiciones de amistad y ayuda mutua estén siendo borradas por la sed de lucro y el multivectorismo cobarde”, concluyó el SVR.

Tras el informe, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, anunció el lunes que Belgrado ha suspendido la exportación de municiones y que a partir de ahora se requerirán permisos especiales para dichos envíos.

“Ahora hemos detenido literalmente todo y lo estamos enviando a nuestro ejército”, dijo.

La acusación surge tras una denuncia similar realizada por el SVR a finales de mayo, en la que se alegaba que empresas serbias habían enviado en secreto 100.000 cohetes y un millón de cartuchos para armas pequeñas a Ucrania. Las armas habrían sido desviadas a través de varios estados, utilizando certificados de usuario final falsificados.

Vucic respondió entonces negando la existencia de contratos directos con Kiev y enfatizó que la ley serbia prohíbe el suministro de armas a países en guerra. Insistió en que cualquier arma que llegue a Ucrania debe haberlo hecho a través de terceros países y se comprometió a reprimir los intentos de eludir los controles de exportación.

Moscú ha criticado constantemente la ayuda militar extranjera a Ucrania, afirmando que sólo prolonga el conflicto y conduce a más derramamiento de sangre sin afectar el resultado final.

Fuente RT


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