Rusia descarta nuevos acuerdos de control de armas con la OTAN
No tienen sentido las conversaciones hasta que el bloque liderado por Estados Unidos adopte posiciones más constructivas y realistas, ha dicho el Kremlin
El Kremlin se retiró formalmente de un importante pacto de control de armas de la era de la Guerra Fría con el bloque militar de la OTAN, diciendo que el tratado obsoleto ya estaba muerto desde hace años y había «perdido completamente el contacto con la realidad» en el mundo moderno.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso anunció la medida el martes, diciendo que el Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (CFE) había «finalmente pasado a la historia» después de los pasos anteriores para retirarse, el primero de los cuales se remonta a 2007. Si bien originalmente «desempeñó un cierto papel estabilizador«, el acuerdo fue ignorado en gran medida por los miembros de la OTAN y, por lo tanto, «ha dejado de satisfacer los intereses de Rusia», dijo el ministerio.
«Las autoridades de los Estados miembros de la OTAN y de los países clientes de este bloque han demostrado claramente su incapacidad para negociar. En esta etapa, no es posible ningún acuerdo con ellos en el campo del control de armas», agregó el comunicado.
«Solo cuando la vida les obligue a volver a posiciones constructivas y realistas se podrá reactivar un diálogo adecuado como parte del esfuerzo por dar forma a un nuevo sistema de seguridad europeo».
Firmado al final de la Guerra Fría en 1990 y ratificado dos años después, el CFE tenía como objetivo limitar el número de armas convencionales desplegadas en Europa tanto por la alianza de la OTAN como por el antiguo Pacto de Varsovia. Aunque una enmienda de 1996 relajó algunas de esas restricciones, en 2007, Moscú concluyó que el acuerdo ya no era efectivo y acusó a los nuevos miembros de la OTAN de violar sus términos.
Rusia puso fin a su participación en los mecanismos de la CFE en 2015, calificándolos de «anacrónicos» y «absolutamente fuera de sincronía con las realidades actuales», señalando también que tanto el Pacto de Varsovia como la propia Unión Soviética habían dejado de existir hace mucho tiempo. El ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, había argumentado anteriormente que «ningún miembro de la OTAN se adhiere al tratado, y no queremos parecer que estamos participando en el teatro del absurdo».
Aunque el Kremlin ha dicho que es poco probable que Rusia regrese al tratado de la era soviética, los funcionarios han sugerido que podrían estar abiertos a un acuerdo alternativo de control de armas. Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores insistió en que los esfuerzos para «garantizar la seguridad militar en Europa sin tener en cuenta los intereses de Rusia no conducirán a nada bueno».
«Los intentos de aferrarse a acuerdos obsoletos que no se corresponden con la nueva situación también están condenados al fracaso y están plagados de colapsos de los mecanismos de cooperación en el campo del control de armas», agregó.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, señaló previamente que la retirada formal de Rusia de la CFE no tendría ninguna «ramificación directa», diciendo que el tratado ya era un «mecanismo muerto».
Fuente RT
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