
El Pentágono está especialmente interesado en estudiar las infecciones que podrían usarse como armas, afirmó Moscú.
El ejército estadounidense está estudiando patógenos que podrían usarse como armas biológicas mientras la nación se prepara para una posible nueva pandemia, afirmó el miércoles el comandante de las Fuerzas de Defensa Nuclear, Biológica y Química de Rusia, el teniente general Igor Kirillov.
La lista de enfermedades que han atraído la atención de especialistas estadounidenses incluye ántrax, tularemia y varios coronavirus, dijo Kirillov en una conferencia de prensa. Algunos de estos patógenos están listados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos como amenazas de «alta prioridad» que pueden usarse como «agentes de bioterrorismo».
«Hay una tendencia clara: los patógenos que caen dentro del área de interés del Pentágono, como el Covid-19, la gripe aviar, la peste porcina africana, se convierten posteriormente en una pandemia, y las compañías farmacéuticas estadounidenses se convierten en los beneficiarios», afirmó el general, sin dar más detalles.
Según Kirillov, Estados Unidos estaba estudiando ampliamente los coronavirus poco antes de que llegara la pandemia de Covid-19. El mes pasado, la Casa Blanca anunció la creación de la Oficina de Política de Preparación y Respuesta ante Pandemias (OPPR), encargada de «liderar, coordinar e implementar acciones relacionadas con la preparación y respuesta a amenazas biológicas conocidas y desconocidas».
El ejército ruso cree que puede ser otro paso en los planes de Washington para obtener el control sobre la situación biológica y epidémica global. «Al igual que en 2019, Estados Unidos ha comenzado a prepararse para una nueva pandemia mediante la búsqueda de mutaciones del virus». Dijo Kirillov.
Moscú «no descarta que Estados Unidos utilice las llamadas tecnologías defensivas con fines ofensivos, así como para la gobernanza global mediante la creación de situaciones de crisis de naturaleza biológica», agregó el general.
Rusia ha planteado repetidamente la cuestión de las actividades biológicas globales que involucran al ejército estadounidense. Poco después de que estallara el conflicto entre Moscú y Kiev, Rusia compartió acusaciones de una extensa red de laboratorios biológicos secretos financiados por Estados Unidos en Ucrania. Desde entonces, ha publicado tesoros de documentos que, según afirma, estaban vinculados al trabajo de los laboratorios.
En abril, el Ministerio de Defensa ruso declaró que Estados Unidos había estado construyendo nuevos laboratorios en Ucrania y entrenando a su personal.
Moscú también llevó el tema de los biolaboratorios a la ONU en octubre pasado, solicitando una investigación internacional. La moción, sin embargo, fue rechazada por el Consejo de Seguridad de la ONU, con los votos en contra de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia.
A principios de esta semana, el candidato presidencial demócrata Robert F. Kennedy Jr. afirmó que Estados Unidos había subcontratado parte de su investigación de armas biológicas a las autoridades ucranianas después del golpe de Maidan de 2014. Según Kennedy, el programa de armas biológicas opera bajo el disfraz de estudios de «ciencias de la vida».
Fuente RT
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