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El proyecto de ley encabezado por el presidente francés aumenta la edad de jubilación de 62 a 64 años

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha firmado un proyecto de ley que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años. La reforma ha provocado disturbios en todo el país, con la oposición y los sindicatos prometiendo seguir impugnándola.

Las enmiendas fueron publicadas en el Diario Oficial de Francia el sábado temprano.

«El Código de Seguridad Social queda así enmendado… En el primer párrafo, la palabra: ‘sesenta y dos’ se sustituye por la palabra: ‘sesenta y cuatro'», dice la declaración.

La edad de jubilación se elevará gradualmente en tres meses a la vez, a partir de septiembre, hasta que alcance los 64 años en septiembre de 2030.

El viernes, la máxima autoridad constitucional de Francia dio luz verde a la mayoría de las enmiendas propuestas por el presidente. El Consejo Constitucional también rechazó una solicitud de referéndum, presentada por políticos de izquierda.

La primera ministra Elisabeth Borne describió la decisión del viernes como el «final del viaje institucional y democrático«.

La oposición y los sindicatos, sin embargo, se negaron a dar marcha atrás, y se espera una decisión sobre una segunda solicitud de plebiscito a principios del próximo mes.

Marine Le Pen, líder de la derechista Agrupación Nacional, predijo que la firma del proyecto de ley «marcaría la ruptura final entre el pueblo francés y Emmanuel Macron».

Ese sentimiento fue compartido por el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, quien expresó dudas sobre si el presidente «podrá gobernar» después de su decisión. Faure también se comprometió a «continuar el acoso democrático para hacer retroceder al presidente y su gobierno».

El veterano político de izquierda Jean-Luc Melenchon llamó a la unidad entre los que se oponen a la reforma y denunció la trayectoria de Francia hacia una «monarquía presidencial».

Mientras tanto, los sindicatos han llamado a los franceses a manifestarse el 1 de mayo como parte de una «movilización excepcional y popular».

Antes de la decisión del Consejo, cientos de miles de manifestantes salieron a las calles de ciudades y pueblos franceses el jueves.

En París, los manifestantes destrozaron varios edificios, y la policía golpeó a la gente con porras y disparó gases lacrimógenos contra la multitud.

El presidente Macron insiste en que la reforma es necesaria para apuntalar el debilitado sistema de jubilación de Francia.

Sin embargo, gran parte del público francés se ha opuesto a las enmiendas aprobadas por Macron sin permitir una votación en la Cámara Baja del Parlamento. Los legisladores de la oposición presentaron dos veces mociones de censura contra el gobierno, y finalmente perdieron ambas.

Fuente RT


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