«No se burlan de Dios»: la blasfema representación de la Última Cena en la ceremonia olímpica desata indignación
Católicos y figuras públicas prominentes están criticando las ceremonias de apertura de los Juegos Olímpicos de 2024 en París por presentar drag queens y figuras de aspecto demoníaco que llevaron a cabo una parodia grotesca de la Última Cena.
Un número creciente de figuras públicas prominentes están criticando las ceremonias de apertura de los Juegos Olímpicos de 2024 en Francia por presentar drag queens y figuras de aspecto demoníaco que llevaron a cabo una parodia grotesca de la Última Cena.
La ceremonia se llevó a cabo en París el viernes por la noche en medio de una lluvia ligera. Los juegos se llevan a cabo en el país a pesar de un creciente problema migratorio que ha resultado en que el gobierno saque en autobús a las personas sin hogar de París para llevarlas a alojamientos temporales en las afueras de la ciudad hasta que concluyan los juegos el 11 de agosto.
La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos ha sido criticada durante mucho tiempo por incorporar con frecuencia simbolismo masónico y pagano. Pero la actuación de este año adquirió un tono claramente anticristiano.
El pateador estrella de la NFL, Harrison Butker, calificó la representación de la Última Cena como «loca» y, citando las Escrituras, dijo que «Dios no se burla» en su cuenta de Instagram.
El director ejecutivo de X, Elon Musk, quien recientemente le dijo a Jordan Peterson que fue criado como anglicano y es «culturalmente cristiano«, dijo que la actuación fue «extremadamente irrespetuosa con los cristianos».
Donald Trump Jr. emitió una larga publicación en la que calificó la actuación de «aparentemente satánica», al tiempo que lamentó que los juegos se hayan convertido en una oportunidad para «impulsar la ideología woke».
El arzobispo de Malta, Charles Scicluna, secretario adjunto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) del Vaticano, escribió su «angustia y gran decepción por el insulto a nosotros los cristianos» en un mensaje a la embajadora francesa en Malta, Agnès von der Mühll.
El obispo católico Robert Barron también lo llamó una «burda burla de la Última Cena» mientras preguntaba retóricamente: «¿Alguna vez se habrían atrevido a burlarse del Islam de una manera similar?»
Otros obispos católicos también se han pronunciado. El obispo Donald Hying de Madison, Wisconsin, instó a sus seguidores de X a ayunar y orar en reparación.
El arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, dijo que la ceremonia reflejaba el «fundamentalismo secular» que se había «infiltrado en los Juegos Olímpicos, incluso hasta el punto de blasfemar contra la religión de más de mil millones de personas», mientras que el obispo Joseph Strickland lo calificó como un «nuevo punto bajo para nuestra comunidad humana».
La Conferencia Episcopal Francesa también ha denunciado la ceremonia, al igual que la política católica francesa Marion Maréchal-Le Pen.
«A todos los cristianos del mundo que están viendo la ceremonia #Paris2024 y se sintieron insultados por esta parodia drag queen de la Última Cena, sepan que no es Francia la que habla, sino una minoría de izquierdas lista para cualquier provocación», dijo.
El autor católico estadounidense y presentador de podcasts Taylor Marshall teorizó que un papa de la Edad Media habría condenado los juegos y excomulgado a quienes coordinaron el truco.
Además de la Última Cena, la ceremonia incluyó una representación de María Antonieta sin cabeza, la última reina del país que estuvo casada con el rey católico Luis XVI. Después de la sangrienta Revolución Francesa anticatólica de 1789, que supervisó la muerte de Luis por guillotina, Antonieta fue asesinada por el mismo método en 1793 a la edad de 37 años.
La ceremonia también contó con un becerro de oro y un jinete en un caballo blanco galopando por el río Sena.
El coreógrafo de la ceremonia de este año es Thomas Jolly, un homosexual de 42 años que trabaja en la industria del arte como actor y director de teatro. El sitio web pro-gay PinkNews relata que ha «explorado temas LGBTQ+ en su trabajo teatral».
Jolly, quien fue seleccionado hace dos años para el papel, le dijo a British Vogue que quería asegurarse de que «todos se sientan representados» en la ceremonia.
El presidente francés, Emmanuel Macron, elogió a Jolly por su «genio creativo» y calificó la actuación de «grandiosa».
Macron también agradeció a los actores por ofrecer un «momento único y mágico».
Fuente LifeSites
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