Polonia desembolsará 2.550 millones de dólares para reforzar las fronteras orientales

El primer ministro, Donald Tusk, ha dicho que las nuevas fortificaciones prepararán la frontera del estado con Bielorrusia y Rusia en caso de guerra

Polonia construirá una línea de defensa a lo largo de sus fronteras con Bielorrusia y Rusia, anunció el primer ministro Donald Tusk. Agregó que ya se ha comenzado a trabajar en ‘East Shield’.

En medio del conflicto en curso entre Kiev y Moscú, el liderazgo polaco ha hablado repetidamente de la necesidad de defender mejor al país contra una amenaza rusa percibida. El mes pasado, el presidente Andrzej Duda sugirió que Varsovia estaría encantada de albergar armas nucleares estadounidenses allí, si se le pide que participe en el plan de intercambio de la OTAN. El primer ministro Tusk se apresuró a restar importancia a la idea, y Moscú advirtió de contramedidas en caso de que aparecieran armas de destrucción masiva estadounidenses en su frontera o en la de su aliado clave, Bielorrusia.

Hablando en un evento militar conmemorativo en Cracovia el sábado, el primer ministro Tusk declaró que Varsovia «invertirá diez mil millones de zlotys (2.300 millones de euros) en la seguridad de nuestra frontera con Bielorrusia y Rusia».

«Hemos comenzado estos trabajos, para hacer que la frontera de Polonia sea segura en tiempos de paz e impenetrable para un enemigo en tiempos de guerra», agregó el funcionario, señalando la posición estratégica de Polonia en el flanco oriental de la OTAN y la Unión Europea.

El proyecto prevé la creación de nuevas fortificaciones y vallas, así como cambios en los accidentes geográficos y una forestación especial a lo largo de la frontera de 400 kilómetros (249 millas).

Tusk también dijo que esperaba que el Banco Europeo de Inversiones financiara las herramientas de monitoreo satelital de Polonia por una suma de 500 millones de zlotys. Se espera que el sistema forme parte de una infraestructura europea conjunta de defensa aérea.

Además, el jefe de Gobierno advirtió a los posibles saboteadores que «Polonia será despiadada con aquellos que buscan la desestabilización de nuestro país».

En enero, la vecina Estonia anunció su intención de construir aproximadamente 600 búnkeres a lo largo de su frontera con Rusia, con otros miembros de la OTAN como Letonia y Lituania también a bordo.

La «Línea de Defensa del Báltico», destinada a repeler una «posible agresión rusa», estaba presupuestada originalmente en 60 millones de euros (65 millones de dólares), y se espera que la construcción comience el próximo año.

Mientras tanto, en marzo, el presidente ruso, Vladimir Putin, insistió en que las «afirmaciones de que vamos a atacar a Europa después de Ucrania, es una completa tontería e intimidación de su propia población solo para sacarles el dinero a golpes».

También señaló que era la OTAN la que se había estado acercando cada vez más a las fronteras rusas, y no al revés, ya que el bloque militar liderado por Estados Unidos ya se había «acercado mucho».