21 noviembre, 2024
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Eres un ser enérgico. Eléctrico. Una vez que entiendes esto, muchas otras cosas comienzan a tener sentido.

La electricidad, tal como se usa comúnmente en dispositivos y hogares, es el movimiento de electrones a lo largo de un curso dirigido. Estos electrones se mueven porque llevan una carga negativa y buscan equilibrarse encontrando un protón cargado positivamente con el que emparejarse.

Los románticos pueden pensar en esto como la sinergia inherente entre lo masculino y lo femenino. Los antiguos chinos pensaban que era el yin y el yang.

Esta atracción entre electrones y protones es el mecanismo central del que depende su cuerpo para innumerables funciones.

Nuestras mitocondrias utilizan este proceso para crear energía celular, nuestras células utilizan este proceso para transferir señales a través de la membrana celular y nuestro sistema inmunitario utiliza este proceso para combatir posibles patógenos. Nuestros nervios utilizan este proceso para transmitir señales a todo el cuerpo. Nuestras neuronas utilizan este proceso para encender la chispa que es la energía vital de la mente.

Cuando lo positivo y lo negativo se combinan, hay armonía y estabilidad. El desequilibrio puede crear movimiento, que también es esencial, pero también puede ser peligroso. La inflamación se crea a través de la generación de radicales libres cargados positivamente que ayudan a combatir los patógenos. Pero si estos radicales libres no son finalmente neutralizados por antioxidantes cargados negativamente, alimentan la enfermedad.

Al igual que la seguridad y el funcionamiento adecuado del sistema eléctrico de su hogar dependen de un cable de conexión a tierra que se excava en la Tierra, su cuerpo requiere este mismo efecto.

Esto se debe a que los antioxidantes no son la única forma en que podemos obtener electrones adicionales.

La Tierra es un depósito de electrones libres que pueden equilibrar el cuerpo. Esta es la razón por la que tener el cuerpo en contacto directo con la Tierra, llamado conexión a tierra, puede reducir la inflamación crónica que surge de demasiados radicales libres. Este es un hallazgo científico bien documentado que algunos investigadores creen que debería haber transformado hace mucho tiempo los tratamientos convencionales.

«Una vez que los profesionales de la salud y otros se den cuenta de que la conexión a tierra es especialmente importante en la prevención de enfermedades inflamatorias, se logrará un efecto increíble en la salud pública», escribieron los investigadores en un artículo titulado «Los efectos de la conexión a tierra (conexión a tierra) sobre la inflamación, la respuesta inmune, la cicatrización de heridas y la prevención y el tratamiento de enfermedades inflamatorias y autoinmunes crónicas», publicado en el Journal of Inflammation Research en 2015.

La inflamación crónica es considerada por muchos como el principal proceso de enfermedad de nuestro tiempo.

Con el advenimiento de la vida en interiores, con nuestro calzado con suela de goma y suelos aislantes, hemos perdido este contacto físico con la Tierra y los electrones que nos ofrecía.

Fuente EpochTimes


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