«Los satanistas estaban tratando de agitarnos», dijo Alex Dwyer, uno de los asistentes. «Pero nuestra parte fue muy respetuosa. Si hubo alguna respuesta, fue en oración, o ‘Cristo es Rey’.

Cientos de fieles católicos se unieron a un Rosario de reparación contra una «misa negra» satanista planeada fuera del Capitolio del Estado de Kansas el viernes por la mañana.

La manifestación, organizada por la Sociedad Americana para la Defensa de la Tradición, la Familia y la Propiedad (TFP), fue transmitida en vivo por YouTube. Se estima que hubo entre 400 y 500 asistentes.

El asistente Alex Dwyer, presidente estatal de los Jóvenes Republicanos de Kansas, dijo a LifeSiteNews que se sentía «bastante bien de que haya una fuerte reprimenda a esta actividad blasfema».

«Los satanistas estaban tratando de agitarnos. Nos gritaban improperios, nos mostraban sus señas muy desagradables», dijo. «Pero nuestra parte fue muy respetuosa. Si había alguna respuesta, era en oración, o ‘Cristo es Rey'».

«Todos los contramanifestantes fueron muy amables. Todos estaban allí para rezar, para unirse como cristianos para oponerse a esta blasfemia», agregó.

Los miembros de la Gruta Satánica habían dicho que planeaban desafiar la orden de la gobernadora de Kansas, Laura Kelly, que prohibía que su blasfema «misa negra» tuviera lugar en el edificio del Capitolio. El líder del grupo, Michael Stewart, fue detenido por las fuerzas del orden en el interior. Las imágenes de video muestran a Stewart golpeando a un hombre en la cara después de que trató de evitar que Stewart «dedicara» la casa estatal al diablo.

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El arzobispo de Kansas City, Joseph Naumann, había denunciado repetidamente la «misa negra» en el período previo al evento. En una reciente carta a los fieles, declaró que «el diablo no tiene poder sobre nosotros».

«El diablo quiere distraernos con afirmaciones extrañas y lenguaje ofensivamente provocativo», dijo. «Dondequiera que reine Satanás, inevitablemente hay confusión y caos. La mejor protección contra el diablo es la oración, a través de la cual alabamos y glorificamos a Dios».

Además de la manifestación del Rosario, hubo una Hora Santa en la Iglesia de la Asunción de Topeka, ubicada directamente al norte de la casa de gobierno, seguida del Santo Sacrificio de la Misa.

Si bien los gobiernos occidentales a menudo permiten estas exhibiciones, citando la libertad de expresión o la libertad de religión, la encíclica Quas Primas del Papa Pío XI de 1925 deja claro que «los gobernantes y príncipes están obligados a dar honor y obediencia públicos a Cristo» porque «su dignidad real exige que el Estado tenga en cuenta los mandamientos de Dios y los principios cristianos. tanto en la elaboración de leyes como en la administración de justicia, y también en la provisión a los jóvenes de una sólida educación moral».

Fuente LifeSites