El gobierno de Biden presiona a Guatemala para que se retire de la declaración provida contra el «derecho» al aborto

Treinta y seis naciones afirman actualmente por escrito que «no existe un derecho internacional al aborto, ni ninguna obligación por parte de los Estados de financiar o facilitar el aborto».

(Los senadores republicanos instan al presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, a mantenerse firme frente a los esfuerzos de la administración Biden para presionarlo a retirar su apoyo a una declaración multinacional que afirma que no existe el derecho al aborto.

Firmada por 36 naciones, la Declaración del Consenso de Ginebra establece que «todo ser humano tiene el derecho inherente a la vida», que «en ningún caso debe promoverse el aborto como método de planificación familiar», que «cualquier medida o cambio relacionado con el aborto dentro del sistema de salud solo puede determinarse a nivel nacional o local de acuerdo con el proceso legislativo nacional». « que «el niño… necesita salvaguardas y cuidados especiales … tanto antes como después del nacimiento».

Los firmantes afirman que «no existe un derecho internacional al aborto, ni ninguna obligación por parte de los Estados de financiar o facilitar el aborto, en consonancia con el consenso internacional de larga data de que cada nación tiene el derecho soberano de implementar programas y actividades consistentes con sus leyes y políticas».

El presidente Joe Biden retiró a Estados Unidos de la declaración a los pocos días de asumir el cargo como parte de sus esfuerzos continuos para promover el aborto a pedido en todo el mundo.

El Centro para la Familia y los Derechos Humanos (C-FAM, por sus siglas en inglés) informó que la administración Biden está utilizando el Examen Periódico Universal de los registros de derechos humanos de los países del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas como una ocasión para instar a las naciones a retirarse de la declaración, lo que provocó una carta a Arévalo firmada por los senadores republicanos Steve Daines de Montana, James Lankford de Oklahoma y Lindsay Graham de Carolina del Sur instándolo a permanecer en la declaración.

«Como saben, Guatemala sirve como líder regional para el GCD, lo que le da a Guatemala la oportunidad única de albergar proyectos piloto y otras iniciativas centradas en la expansión de la salud de las mujeres y las familias, tanto en Guatemala como en la región», afirman los legisladores. «Por ejemplo, la Primera Dama de Uganda, líder regional de GCD para África, se asoció recientemente con el Instituto para la Salud de la Mujer para el lanzamiento mundial del Marco de Salud Óptima de la Mujer Protego, un evento de alto nivel al que asistieron altos representantes de otros ocho países africanos para promover estrategias de alto impacto y bajo costo para mejorar la salud de las mujeres en toda África. Oportunidades similares de liderazgo no político están disponibles para los líderes de GCD».

«La amplia y diversa membresía de la GCD atestigua la realidad de que sus valores trascienden los límites geográficos y son fundamentales para todas las sociedades», agregan. «Como miembros del Senado de los Estados Unidos, los alentamos encarecidamente a que permanezcan en la GCD para seguir construyendo sobre el progreso que Guatemala ha logrado para fortalecer su estatura como socio clave de los Estados Unidos».

«El gobierno de Estados Unidos no debería amenazar, engatusar o presionar a los países para que abandonen esta coalición histórica», comentó Valerie Huber, exjefa de personal de la Oficina del Subsecretario de Salud en la administración Trump y arquitecta del GCD. «Hacerlo abusa de la influencia de Estados Unidos, aumenta drásticamente el sentimiento antiestadounidense en países que deberían ser aliados y no respeta el derecho soberano de los países a tener puntos de vista diferentes sobre temas para los que, incluso en Estados Unidos, no hay consenso«.

Además de perseguir una agenda de «todo el gobierno» para apoyar el aborto a pedido a nivel nacional, la administración Biden también ha revocado la Política de la Ciudad de México que impide que los dólares de la ayuda extranjera se destinen a abortos y ha pedido un aumento de la financiación de los programas que facilitan los abortos en todo el mundo, incluido el radical Fondo de Población de las Naciones Unidas.

Fuente LifeSites