Eurodiputados: Las ciudades de 15 minutos conducen al «empobrecimiento y la esclavitud de todas las personas»
Los certificados COVID, que fueron ampliamente utilizados durante la pandemia, son solo «pruebas» para la implementación de las llamadas ciudades de 15 minutos. Eso es lo que la eurodiputada Christine Anderson cree.
Escuelas, tiendas, médicos, parques: todas las instalaciones para las necesidades diarias deben estar a un cuarto de hora en bicicleta o a pie. La idea de la ciudad de 15 minutos puede sonar tentadora para algunas personas. Para otros, el concepto les recuerda los confinamientos más traumáticos que ocurrieron durante la pandemia hace dos años.
En una entrevista con Christine Anderson, miembro del Parlamento Europeo y miembro de la AfD, criticó las estrategias de ciudad de 15 minutos. Ella ve esto como un paso hacia un mayor control estatal sobre la población.
Anderson advirtió que la vigilancia podría diseñarse para que las personas «ya no puedan salir de sus distritos de 15 minutos. No tienes que cercarlos ni nada de eso. Se hace a través de identificaciones digitales», dijo el político de AfD. También afirmó que los pasaportes de vacunación COVID y los códigos QR introducidos durante la pandemia eran solo pruebas para la introducción de tales planes urbanos.
El debate sobre las ciudades de 15 minutos provoca acaloradas discusiones en las redes sociales. Los críticos temen que la implementación de estas ciudades pueda generar problemas y limitar la libertad de las personas. Algunos creen que la idea suena muy bien en teoría, pero se convertiría en un problema una vez que el gobierno intente impulsarla. Un usuario de Twitter se burló: «Un día estarás atrapado en tu ciudad de 15 minutos, esperando que un dron entregue tus insectos agridulces y tratando de recordarte lo que era estar de vacaciones».
Ciudades de 15 minutos – «una moda»
En un artículo en el sitio web del Foro Económico Mundial (FEM) en marzo del año pasado, el concepto de ciudades de 15 minutos fue descrito como «una moda» y una consecuencia del momento actual, especialmente la pandemia. El WEF enfatiza los beneficios de tales ciudades para los residentes, el medio ambiente y la economía.
La eurodiputada Anderson lo ve de manera diferente: en su opinión, estas estrategias urbanas no se tratan de servicios para la población. Tampoco se trata de «salvar el planeta». En su opinión, se trata de restringir las libertades de las personas.
La idea de la ciudad de los 15 minutos, acuñada por el científico franco-colombiano Carlos Moreno, se está promoviendo actualmente en algunas ciudades europeas. La capital de Francia está implementando actualmente un concepto similar. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, es una conocida defensora de las zonas de 15 minutos. Por ejemplo, algunos patios escolares se convertirán en parques para que puedan usarse para otras actividades después de clases y los fines de semana.
El concepto también está ganando importancia en otros países europeos. Ciudades como Copenhague, Viena, Berlín o Hamburgo también se ocupan de ello.
El caso Oxford
Como parte de un programa de restauración a nivel nacional, el gobierno británico planea permitir que cada residente llegue a un espacio verde o aguas abiertas desde su hogar en no más de 15 minutos.
El caso en Oxford está causando discusiones controvertidas. La capital del condado de Oxfordshire en Inglaterra quiere implementar el concepto de la ciudad de 15 minutos como parte de la estrategia «Oxford Local Plan 2040». Al mismo tiempo, el Consejo del Condado de Oxfordshire planea reducir el tráfico de automóviles en 2024 a través de filtros de tráfico en seis ubicaciones de la ciudad.
En el futuro, los residentes tendrán que solicitar un permiso para el paso. Además, el sistema de control es monitoreado por cámaras. Sin embargo, la ciudad sigue siendo accesible para todos los automovilistas, pero tendrían que elegir rutas alternativas. Desde entonces, han estado circulando rumores en las redes sociales de que el gobierno quiere «encerrar» a los residentes en el distrito de 15 minutos. Muchos medios clasifican estos informes como «teorías de conspiración».
«Sistemas de crédito social» en Europa
El caso de Oxford fue retomado por el político de AfD Anderson y advirtió contra nuevas medidas de control: el siguiente paso sería restringir a las personas dentro de sus localidades y solo permitirles salir del lugar dos o tres veces al año, dijo. Por lo tanto, los ricos se saldrían con la suya con estas reglas, ya que comprarían permisos de salida de los sectores más pobres de la población.
Anderson también criticó el proyecto «The Line», que se está construyendo en Arabia Saudita. Este proyecto tiene como objetivo construir una ciudad de 9 millones de habitantes en una longitud de 200 kilómetros. El hombre de 54 años ve esto como un ejemplo de «control total» sobre la población. «Será un completo empobrecimiento y esclavitud de todas las personas. Lo digo tan claramente porque me parece así, y porque así es como lo veo».
En la entrevista con La Gran Época, Anderson también señaló que en Europa los «sistemas de crédito social» se están probando en la línea de Beijing. Un proyecto piloto llamado «Bologna Wallet» está en marcha en Bolonia, y el «Vienna Token» está en marcha en Viena. Teme que esos sistemas puedan ser obligatorios en el futuro.
Entonces todo el mundo tendría que tener un certificado verde digital con un código QR que le diría a dónde ir, qué hacer y qué no hacer. Entonces no habría «otra opción», dijo el eurodiputado.
Este artículo apareció originalmente en theepochtimes.com bajo el título: 15-Minute Cities Are ‘Complete Poorpoorment and Enslavement of All the People’: EU Lawmaker (editorial dl)
Fuente EpochTimes
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