Secretario de prensa de Biden dice que los niños de Estados Unidos «nos pertenecen a todos» en evento de medios LGBT

Los comentarios de Karine Jean-Pierre se hacen eco del sentimiento expresado por el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, declaró esta semana que los niños de Estados Unidos «nos pertenecen a todos» en el curso de la defensa de la «transición de género» quirúrgica y química de los niños, articulando una visión de las prerrogativas estatales frente a los derechos de los padres que alimenta gran parte de la postura de la administración Biden sobre el tema.

Jean-Pierre asistió a la 34ª edición anual de los GLAAD Media Awards el fin de semana pasado, donde le dijo al sitio web feminista de extrema izquierda Jezabel que «tenemos que denunciar eso», refiriéndose a la propagación de la legislación estatal que hace que las personas esperen hasta la edad adulta legal para recibir bloqueadores de la pubertad, hormonas sexuales cruzadas o la llamada cirugía de reasignación de sexo. «Y nunca hemos visto este nivel. Es histórico en el número de leyes».

«He conocido a muchos padres de niños trans en los últimos meses que me han contado estas historias devastadoras, ya sea que estén en Texas u Oklahoma o donde sea que estén, diciendo cómo ahora tienen que considerar seriamente abandonar su estado para proteger a sus hijos», continuó. «Eso es algo que tenemos que llamar y seguir siendo muy claros. Estos son niños. Estos son nuestros hijos. Nos pertenecen a todos».

Los comentarios se hacen eco de sentimientos similares expresados recientemente por el presidente Joe Biden, la vicepresidenta Kamala Harris y varios otros demócratas, lo que los críticos dicen que es indicativo de la falta de respeto por el derecho de los padres a tener la primera y última palabra sobre los impactos significativos en el desarrollo de sus hijos, y una preferencia por que el gobierno reemplace su autoridad.

La administración Biden ha brindado un apoyo intransigente a los extremos del movimiento de fluidez de género, desde la celebración de eventos en la Casa Blanca para «afirmar a los niños transgénero» y condenar las leyes estatales contra las transiciones de menores de edad como «casi pecaminosas», hasta promover transiciones de menores de edad, potencialmente a expensas de los contribuyentes, como una «mejor práctica» y exigir instituciones educativas financiadas con fondos federales para permitir que los hombres participen en competiciones atléticas femeninas.

Sin embargo, a pesar de su encuadre del problema, la evidencia muestra que «afirmar» la confusión de un niño sobre su sexo biológico conlleva graves daños, especialmente cuando tal afirmación toma la forma de procedimientos médicos físicamente transformadores.

Los estudios encuentran que más del 80% de los niños que experimentan disforia de género la superan por sí solos al final de la adolescencia, y que incluso la cirugía completa de «reasignación» a menudo no resuelve la mayor tendencia de las personas confundidas de género a autolesionarse y suicidarse, e incluso puede exacerbarla, incluso reforzando su confusión y descuidando las causas fundamentales reales de su conflicto mental.

El tema se ilustra sombríamente en la historia de Yaeli Martínez, una joven de 19 años a quien se le promocionó la «transición de género» como una posible cura para su depresión en la escuela secundaria, con el apoyo de un consejero de la escuela secundaria que le ocultó lo que estaba pasando a su madre. La niña problemática se suicidó después de tratar de vivir como hombre durante tres años.

Muchos «detransicionistas» a menudo ignorados, individuos que intentaron vivir bajo una «identidad de género» diferente antes de abrazar su sexo, dan fe del daño físico y mental de reforzar la confusión de género, así como del sesgo y la negligencia del establecimiento médico sobre el tema.

Fuente LifeSites